34 | Agosto 2023 ABECÉ DE LA FARMACIA Fotos: ©2023 SHUTTERSTOCKPHOTOS Lo que debe saber de las formas FARMACÉUTICAS SEMISÓLIDAS Continuamos con nuestro ‘diccionario para droguistas’, de la A a la Z. En esta ocasión, recopilamos términos clave de este grupo de presentaciones, para refrescar los conocimientos. ¿Quién no ha tenido, en algún momento de su vida, un raspón, una alergia u otro problema de salud que amerita el uso de una forma farmacéutica semisólida? Esta clase de presentación ha sido obtenida luego de un proceso adecuado y riguroso, que permite tener un principio activo que será el encargado de aliviar la dolencia, en múltiples casos acompañado de excipientes o partes inactivas (sencillas o complejas), que ayudan a darle una mejor contextura, olor o sabor. Un gran número de ellas son de uso tópico, esto es, actúan sobre la piel y, aunque parezcan muy similares, tienen sus diferencias. Es decir, no es lo mismo hablar de pomadas que de cremas, ungüentos, pastas o geles. ¿Por qué?, lo veremos a continuación: Pomada. Es una suspensión en la que los medicamentos se mezclan con una base grasa que contiene el principio activo (vaselina, lanolina) y en la que se pueden dispensar sustancias sólidas o líquidas. Dentro de este grupo están las pomadas propiamente dichas y los ungüentos. Las primeras tienen capacidades emolientes, pero son menos oclusivas que los ungüentos porque ayudan a impedir que el agua se evapore de la piel, y en su preparación suelen emplearse excipientes grasos hidrófilos (solubles en agua), como el polietilenglicol. Su uso es recomendado en casos de dermatosis escamosas y en pieles secas y agrietadas, pero no en las inflamadas ni en áreas infectadas o zonas pilosas (con mucho vello). Por su parte, los ungüentos son pomadas en suspensión de elevada consistencia y, por lo tanto, de reducida extensibilidad, elaborados con excipientes grasos hidrófobos, que repelen el agua (como la parafina) y le dan una
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