Agosto 2023 | 53 Coopidrogas CONVIENE que los padres REFLEXIONEN constantemente sobre los FINES de su CRIANZA. como, por ejemplo, la falta de confianza que tiene sobre sus parejas, lo cual, a su vez, ha contribuido a la inestabilidad en sus relaciones sentimentales. Cuando habla al respecto, dice: “Mi papá tenía razón. Soy un inútil hasta para eso”. Es un hecho que los comportamientos abusivos de los padres pueden afectar de forma negativa a sus hijos en el corto y largo plazo. De acuerdo con Pamela Li, creadora de Parenting for Brain (Crianza para el Cerebro), un portal dedicado a brindar información a padres y cuidadores sobre consejos de crianza basados en la ciencia y la evidencia, “los progenitores que crean un ambiente hogareño negativo son considerados tóxicos. Usan el miedo, la culpa y la humillación como herramientas para obtener lo que quieren”. Muchos padres tóxicos nunca admiten que su estilo de educación es hiriente o perjudicial y, por ello, insisten en que es el mejor. En psicología, el término más utilizado para describir a este tipo de personas es el de padres narcisistas. ¿CUÁLES SON LAS SEÑALES? Una madre o un padre tóxico muestra algunas de las siguientes características: • Egocéntricos. Anteponen sus propias necesidades a las de sus hijos. Son egoístas, emocionalmente inaccesibles y no sienten empatía por los demás. • Rígidos. Insisten en que sus opiniones y valores son correctos y que los del resto están equivocados. Obligan a sus hijos a adoptar las mismas ideas y valores. • Se ofenden fácilmente. Suelen ser muy sensibles a las críticas. Cada vez que se cuestionan sus conceptos, valores o acciones, su incapacidad para controlar las emociones provoca estallidos y un comportamiento reactivo e impredecible. • Inestables emocionalmente. Tienen temperamentos explosivos y son muy hostiles. Resultan impredecibles; a la menor provocación se vuelven dramáticos, agresivos y crueles. • Manipuladores. Utilizan la culpa para controlar a sus hijos. También tergiversan la verdad a su favor y se hacen ver como víctimas para obtener lo que quieren. • Abusivos. El abuso verbal y emocional son comunes en ellos. Los gritos y los insultos son los principales medios de comunicación con sus hijos. Usan el dolor físico para disciplinar y hacer cumplir sus reglas. Algunos padres no se detienen ahí; los niños inclusive pueden sufrir de abuso sexual. • Extremadamente controladores. Su estilo de crianza es, a menudo, autoritario. Tienden a usar el miedo para asegurar el cumplimiento. • Culpan a los demás. Nunca asumen la responsabilidad de sus acciones y, por lo general, lo niegan por completo. Inculpan a todos los que los rodean por la confusión, la tensión y la hostilidad en el hogar. EFECTOS DE LA CRIANZA TÓXICA Las relaciones negativas entre padres e hijos tienen un impacto inmenso en el desarrollo de los niños. Según John Fredy Barrera Sánchez, magíster en Psicología Educacional y candidato a doctor en Educación de la Universidad de los Andes: “La crianza de unos padres tóxicos podría generar en los hijos un escaso desarrollo del lenguaje, baja autoestima y dificultades con el manejo de las emociones y la capacidad de resiliencia”. Por su parte, Li expone los desafíos que los hijos de padres tóxicos experimentan: • Salud mental. Son proclives a una mayor incidencia de depresión y carecen de habilidades de regulación emocional. • Salud física. Tienden a desarrollar afecciones de su sistema inmunológico y presentar asma, hipertensión, obesidad, diabetes y enfermedades cardiovasculares.
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