24 | Agosto 2023 COLUMNISTA Coopidrogas Flavia Dos Santos Psicóloga y sexóloga Día del orgasmo femenino El 8 de agosto se ha convertido en una fecha muy polémica y todo porque, desde hace 13 años, se viene celebrando el Día Internacional del Orgasmo Femenino, que lejos de ser una apología a la promiscuidad o un estímulo a los encuentros casuales sexuales, es un llamado de atención y, sobre todo, un momento de conciencia general acerca de la sexualidad femenina y la importancia y el derecho al placer que tienen las mujeres. De acuerdo con un estudio publicado en 2019, realizado por Archives of Sexual Behavior (Archivos de Comportamiento Sexual) en una muestra de probabilidad de mujeres adultas de Estados Unidos, “el 58,8% de las encuestadas informaron haber fingido un orgasmo alguna vez en su vida, y las razones que dieron para ello fueron, entre otras, el cansancio, las inseguridades sobre su propio cuerpo, el miedo a perder a su pareja y el temor por no lograr un orgasmo. Entender o, mejor dicho, saber lo que es y cómo se siente, es el paso inicial para experimentarlo. El orgasmo es una sensación única, bastante marcada, con una duración entre cinco a 15 segundos y que despierta muchas emociones. Pero no piensen que es aquella imagen caricaturizada de las películas con los gritos, los chorros líquidos y todas las exageraciones que se muestran en ellas. No obstante, algo sí tiene de cierto: la experiencia es tan profunda que las personas que lo han conseguido saben exactamente de qué se trata, ya que la sensación placentera viene del cerebro que responde a los estímulos corporales, o sea, este depende un 90% de la cabeza, aunque la pareja lo pueda facilitar o dificultar. Esto último ocurre en el momento en que se le suprime al otro la libertad para expresarse, cuando todo se vuelve una crítica y no se le da el tiempo que necesita cada uno para lograrlo, o si no se tiene conocimiento de las diferentes clases de estímulos, fantasías o formas de excitación que existen y que funcionan de manera distinta para cada individuo. Tener a alguien conectado, comunicándose y dispuesto a disfrutar y a no acelerar el placer hace que muchas personas, en especial las mujeres, se sientan cómodas y suficientemente confiadas para responder a los estímulos, señalizar el camino y hablar sin pena de cómo y en dónde les gusta ser tocadas y estimuladas. El placer es aprendido, podemos tener el instinto natural de la búsqueda por el bienestar, pero para sentirlo y disfrutarlo es necesario desarrollar un conocimiento acerca del cuerpo, para lo cual, conviene explorarse, tocarse poco a poco y descubrir en qué partes y de qué forma se siente más o menos rico. Además, es fundamental contar con la libertad para fantasear, para construir el propio imaginario erótico que viene a partir de las experiencias pasadas, de aprendizajes y de mucha curiosidad, sin que la mente sea blanco de miedos por parte de esas mismas fantasías, pues es algo común en las personas que no logran tener un orgasmo, debido a que se la pasan autovigilándose en el momento de la excitación y del sexo con el fin de bloquear dichas fantasías y deseos. En últimas, no existe un camino único ni un manual para obtener un orgasmo, por cuanto se trata de una vivencia individual; sin embargo, el punto de partida para todos es el mismo: el autoconocimiento, la seguridad con el propio cuerpo y los deseos, y, lo más importante, la libertad para sentir, ser y experimentar, sin que eso sea una fuente de preocupación ni de culpas. ¡Vivan sus orgasmos de una manera placentera y libre! “El placer es aprendido; a pesar del instinto es necesario desarrollar un conocimiento del cuerpo”.
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